
En 2018 con la primera edición de DECESO PROGRAMADO, consciente de la intrascendencia de mi persona, pensé que sería una gran idea -Claro amigo, tus ideas son la leche- crear una página que agrupase a creativos cuyas obras no había terminado de explotar a pesar del talento atesorado por todos ellos en diferentes disciplinas. De esta forma cualquiera que se interesase por su/mi obra podría terminar recalando en la de los demás y provocar un efecto multiplicador -Claro amigo, tus ideas son la leche- . Cierto es que en algún caso tenía que ver más con derivaciones creativas de su labor principal en campos no transitados de manera habitual.
Para ello en lugar de poner mi nombre como elemento principal me inventé a El Hombre que Cambiaba los Muebles de Sitio (mi tercera novela) al que Azu Andreu regaló el logo que podéis encontrar salpicando este espacio -Claro amigo, tus ideas son la leche, pero el logo tiene su punto-.
Hablamos de:
AMISTADES SÓNICAS: Kim Raluy PBrothers, Nativos en Alaska (antiguos WiskyBar) y Eliah Smith.
CON EL AGUA AL CUELLO: Ana Gracia Soler.
D-FORMACIONES: AH arte y MON.
LA CUBITERA DE MONSIEUR LAURENT
FORMAS DE TINTA: Sergio Fius.
Como veis los epígrafes estaban pensados para agrupar por disciplinas (música, textos de diverso pelaje, escultura e ilustración) a varios autores. En algún caso se quedó en agua de borrajas interviniendo tan solo uno y en otros ni siquiera llegaron a estrenarse –confirmación de que tus ideas son la leche-.
Y no contento con eso, abrí el espacio a asociaciones que me parecían de interés por tener cierta relación con ellas. Así aparecieron en MISCELANEA el Cryptshow Festival y tamarite mágicoh! -venga, chaval tú puedes-.
Y como no tenía bastante, incluí los primeros capítulos de un ensayo que pretendía perpetrar sobre cómo se manifestó el rock por mis latitudes desde mediados de los 80 hasta la actualidad -eres un puto crack- en THE GOLDEN YEARS/LOS AÑOS DORADOS. En realidad creo que con lo cabezudo que soy en algún momento de mi vida lo terminaré -di que sí, campeón…madre mía, está todo fatal-.
La cosa empezó bien, con casi mil visitas en la inauguración -¿en serio, Jorge?-. Con el tiempo las aportaciones de terceros bajaron en picado y la difusión resultó nula. De modo que cambié de estrategia creando la página actual enfocada únicamente a mi propia producción. Sin embargo tanto trabajo e ilusión no podían desaparecer sin más y la he conservado en este espacio –vas a hacerme llorar pero eso se llama Síndrome de Diógenes-.
En fin, pincha –o no-.